La vida de los mayas estuvo completamente inspirada en su devoción a sus dioses, ellos le rendían culto a las fuerzas de la naturaleza.
Todas sus creaciones estaban fundamentadas en monumentos religiosos, formadas por el rostros o semejanza a lo que representaban sus Dioses, ellos veían a sus Dioses como un tipo de energía que encarnan en las fuerzas de la naturaleza o en algo cotidiano de sus vidas como el agua y el viento (Kukulkán), también existen energías negativas compuestas por dioses como la muerte, dioses que producen enfermedades. Todas las deidades tienen un aspecto animal, el Sol se representa como una guacamaya en algunos casos y en otros como un jaguar, la muerte como un murciélago o un búho, la lluvia como una serpiente.
Con respecto a sus artes son representativas de seres fantásticos combinadas con formas humanas que contienen un atributo animal y vegetal, como ojos de felino, hojas saliendo de su frente, colmillos, colas, garras. La tierra para ellos es una plancha plana que flota sobre el agua, pero también fue concebida como un gran lagarto que en su dorso crece la vegetación, los mayas Yucatecos lo llamaron como Chac Mumul Ain "Gran cocodrilo lodoso".
Con respecto a sus artes son representativas de seres fantásticos combinadas con formas humanas que contienen un atributo animal y vegetal, como ojos de felino, hojas saliendo de su frente, colmillos, colas, garras. La tierra para ellos es una plancha plana que flota sobre el agua, pero también fue concebida como un gran lagarto que en su dorso crece la vegetación, los mayas Yucatecos lo llamaron como Chac Mumul Ain "Gran cocodrilo lodoso".
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